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domingo, octubre 16, 2011

Lo que pensaba José Pedraza


José Pedraza se preparaba para un gran recorrido. Si bien ya había competido en México en el 68 con una muy buena ubicación (ganó) su cometido actual era aín mas grande, sideral diría. El no quería dejarse morir sin caminatear una espartana. Esta competencia consiste en una carrera de 350 km pero crean que es mas doloroso hacerlo en caminata. Y José Pedraza se lo propuso. Este mexicano nacido en Rancho la Mojonera, Michoacán quería venir a hacer la caminata desde Montevideo hasta El Chuy, Rocha. Lo venía planificando desde el 95. Lamentablemente José Pedraza murió en el 98 pero se dice que el 29 de Octubre del 2011 Pedraza vuelve para cumplir con su promesa.

En esas estaba, pensando en José Pedraza y en los espartanos. Son las cosas que me hace pensar el disco que ando escuchando ultimamente. Lo último que quisiera dejar es este fragmento de entrevista a José Pedraza semanas antes de su muerte:

Periodista: Digame José, hablemos un poco del amor para salir del deporte por un instante. Cuál es su situación actual? Cree en el amor?

José Pedraza: Bueno amigo, debo decirle que el amor es un asunto muy complejo. La ciencia puede explicarlo con hormonas pero a lo que a mi respecta, el amor es una creación del ser humano para negar su miedo a la soledad. Es uno de los dos sentimientos que predominan en el ser humano. El miedo a la soledad y la excitación. El 95% de lo que hacemos es desatado por estos sentimientos. El amor tiene la particularidad de estar ligado a ambos sentimientos. De esto se deduce que creo en el amor como creo en la posición del perrito.

martes, octubre 11, 2011

Hablan sobre Uruguay en Tampa


Estaba en los festejos del bicentenario de algo viendo un show de Hablan por la Espalda. Hacía mucho tiempo que no los veía. La última vez había sido en Tampa Bay en el 2008. Eran algo mas hardcore y a mis amigos ecuatorianos no les gustaba para nada. Yo les decía que "en Uruguay tampoco gustan pero somos pocos y ante el mínimo ruido fuera de lo convencional salimos corriendo".
Ahora estaba en Plaza Cagancha viéndolos nuevamente. Tantos años pasaron. Aquella vez en Tampa estaba con un pedo que apenas podía reconocer a la banda. Pero aunque el recuerdo sea algo borroso nunca los olvidaré. Me devolvieron ese sentimiento. Eso de estar fuera del país y que aparezca algo uruguayo para recordarte que sos uruguayo, mierda. Eso recordaba, y lo gritaba a viva voz en medio de tampa con una manga de yanquis empapados en estupor, desgarrados por sus ancestros ortodoxos.
Bebía una vigorizante vodka albanesa que me había vendido un paraguayo en ciudad del este hacía unos meses. Nunca termine de creérmelo pero la vodka estaba buena, aunque reconozco que no se nada de alcoholes. En especial el alcohol blanco que francamente me resulta muy similar en sus diferentes variantes de destilación.
Mientras Hablan por la Espalda tocaba "Macumba" pensaba en aquella pareja ecuatoriana de Tampa. Yo caminaba por Avda. Von Neumann buscando una liquor store y escuchando en mi cerebro mariposas borrachas de juventud sónica. Unos partidarios de esa juventud sónica me invitaron a unirse a ese grupo. Uau! Mi cerebro... Yo fui. Después de un rato de caminata llegamos a una casa rodeada por un enorme jardín descuidado. Parecía una de esas peliculas de Tim Burton. Nos metimos a la casa y dentro había una fiesta re-zarpada. La única cagada era la música. Escuchaban esos temas que pasan al final de las American Pie. Ese punk pop asqueroso de bandas de mierda onda Tokyo Hotel. Lo único bueno puede llegar a ser el nombre.
Mientras Hablan por la Espalda hacía un cover de "El Kynto" me preguntaba como me dió la cara para sacar la música horrible en esa fiesta y poner ese disco de Hablan por la Espalda que recién habia bajado en un cyber de la Avda. Von Neumann. Después que puse el disco, la gente en un principio piró. Notó que algo distinto estaba sonando. Luego se empezaron a menear lentamente hasta que todo volvió a la normalidad. Bailaban como si Hablan fuera un punk pop feo. Esto me hizo pensar por un par de segundos en algo muy deprimente pero al final se me pasó y disfruté de la fiesta. Disfruté tanto del booze que una pareja ecuatoriana me llevó inconsciente al motel donde me quedaba.
Unos dias después fui a buscar a esos simpatizantes de las juventudes sónicas y los encontré. Estaban en aquella misma liquor store de la Avda. Von Neumann. Franca (por francisca) y Dimm (trabajaba con memorias Ram). Los invité a ver Hablan por la Espalda que tocaban en el Random Phantom Club de la calle Morris.
La Plaza Cagancha estaba llena de gente que no entendía lo que veía. Me recuerdan a ese tipo con el folleto en la mano al que le pregunto " Perdón, me podría decir que viene ahora?" me dice "Dani Umpi: asi que hay que salir corriendo, jaja" Por supuesto que me quedé a ver al adelantado ese.

lunes, octubre 03, 2011

Dirección de Memoria


"Se me acaba el vino y pienso en despedidas. También pienso en direcciones de memoria porque, de alguna manera, esta frase tan relacionada a las ciencias de la computación no deja de mecerse en mi mente. Eso es porque efectivamente voy a despedirme de algo. La tecnología permite que pueda estar sentado en la escollera sarandí convirtiendo lo que antes sería un grito ensordecedor (a ese mar algo insensible que nos mira sin expresión alguna) en un texto medianamente coherente.
La memoria es algo enigmático. Siempre me he preguntado que es mejor, si tener mucha o poca memoria. La famosa frase "ignorance is bliss" (la ignorancia es una bendición) por lo general está asociada a la educación, o sea, mientras mas sabe el individuo mas sufre porque mas sabe, y como lo que sabe implica sufrimiento, mejor no saberlo. A veces estoy de acuerdo con esta frase pero cambio educación por memoria. Entonces el que menos recuerda menos sufre. Entre dos personas de 120 años: ¿quien estaría mas feliz hoy? ¿el que recuerda absolutamente todo o el que recuerda desde el dia de la final de maracaná en adelante?
Cuando uno se despide de algo piensa en todas estas cosas porque la memoria se vuelve fundamental en estos asuntos. Y lo hace todo mas difícil porque tenés que responder correctamente la pregunta ¿Para qué hice todo esto?"
Eso pensaba Iván sentado en la escollera una cálida noche de sábado a las 4:30 pm, con un porro en la mano izquierda y tocando la pantalla del ipad con la derecha. Reloco buscaba una tuca que jamás encontraría.

Iván tenía una one-man-band llamada Imán y pensaba en cómo decirse que se iba de sí.

Antes de autodespedirse compuso los últimos versos para la banda:

No me escucharon gritar por dentro.
Y desde aquí te digo adiós.
Abandono tu estética
Te dejaré por otra.
Vida.

Iván fue a la sala de ensayo donde estaban los otros Ivánes que se habían desprendido del original para decirle que no se fuera. Había un Iván que hacía las letras y les ponía una melodía horrible que Iván Noble tenía que arreglar todo el tiempo. Otro Iván hacía bellísimos arreglos de cuerda. Solo de esos dos Ivánes se despidió Iván.

Salió todo bien. El que más se deprimió fue Iván Roble, el de los arreglos de cuerda. Era el mas sensible y pensaba que esto nunca iba a suceder. El de las letras, Iván el Guardia ni se inmutó porque en el fondo deseaba la pronta salida de Noble.

"Y esto es lo que he estado pensando doctor. Yo sé que terminó la sesión por favor. No me diga que me estoy volviendo loco. ¿Será que estoy escuchando música de peregrinos arrabaleros?
Le prometo que dejo de escuchar el "Canarios" de La Hermana Menor que es el disco que me dispara estos delirios. Se lo juro. ¿Cuanto le debo?"